¿Cómo puedo saber si mi perro tiene dolor?

Es posible que el perro no diga directamente que tiene dolor, pero podemos adivinarlo por nosotros mismos con bastante facilidad. ¡Solo necesitas saber qué buscar!

Nunca sé cuando me duele mi perro. ¿Cómo se supone que reconozca esto? El dolor, junto con la frecuencia cardíaca, la respiración y la temperatura corporal (y la presión arterial en humanos, que generalmente no se evalúa en perros), es un síntoma clínico importante. Esta es la principal señal de que algo anda mal en el cuerpo. Pero en medicina veterinaria es difícil de juzgar. Hay varias razones para esto. Los animales que viven en relaciones sociales esconden su malestar, pues en caso de colisión pueden perder su posición en el grupo por debilidad. Por otro lado, los individuos enfermos que viven en la naturaleza no atraen la atención de los depredadores.

¿Cómo sé si mi perro tiene dolor? Cojea, arquea la espalda

Los perros que son pateados en el consultorio del veterinario pueden tolerar el dolor no solo sin chirriar, sino a menudo sin ninguna respuesta visible, lo que dificulta el diagnóstico. En condiciones menos estresantes, con un dolor intenso y repentino, chillan – cuando la carga sobre la pata adolorida o cuando tocan el oído adolorido. Por supuesto, el dolor en las patas es fácil de observar, porque el perro cojea, pero es más difícil determinar con precisión su ubicación. Sin embargo, incluso con dolor abdominal, la única respuesta a la presión es una tensión muscular intensa en el tronco.

Por otro lado, se suele observar un cambio de postura: espalda arqueada, tensión muscular en el tronco, rigidez durante el movimiento. Con dolor abdominal severo, los perros pueden tomar una posición cómoda para jugar: con las patas delanteras bajas y la grupa levantada. Pero esto no siempre es visible.

¿Cómo puedo saber si mi perro tiene dolor? Cambia el comportamiento

El dolor a menudo se manifiesta indirectamente a través de cambios de comportamiento. Se debe prestar atención a todas las desviaciones de la norma de esta o aquella mascota, independientemente de su naturaleza y dirección. El perro, por lo general tranquilo, poco móvil, puede girar nerviosamente, sin encontrar un lugar para sí mismo. También sucede que está buscando un nuevo escondite. Una persona que tiene una inclinación natural al movimiento y la actividad puede permanecer en el lugar durante horas. También sucede que en lugar de deambular por el apartamento, el perro está parado en círculo.

A veces, un comportamiento diferente incluso da la impresión de un cambio de personalidad. Los animales propensos a reacciones agresivas se vuelven tranquilos, indiferentes a los estímulos que previamente los provocaron a actuar. Por otro lado, los perros muy mansos y pacientes pueden reaccionar de forma agresiva cuando alguien los toca o simplemente se les acerca, e incluso ataca a las personas que caminan por la casa.

Lamer un punto dolorido puede ser una reacción al dolor. Dado que lamer constantemente (la mayoría de las veces, pero no se limita a las patas delanteras en el área de la muñeca) es un efecto calmante para el perro, la ansiedad por el dolor en cualquier área del cuerpo puede causar este comportamiento.

A menudo, el dolor hace que el perro evite el contacto con los dueños: se mantiene a distancia. Sin embargo, también sucede que busca el cariño y la cercanía humana mucho más de lo habitual. La presencia del dueño tiene un efecto calmante, por lo que hay ocasiones en las que el perro está muy ansioso cuando está solo en la casa, lo que se manifiesta en chirriar, ladrar, romper puertas u objetos, o deshacerse de sí mismo.

El dolor también puede ser una causa directa de contaminación en el hogar, como cuando hace que sea difícil moverse, posar o sentirlo cuando se lo expulsa. Es posible que un animal no aproveche la oportunidad para caminar y deshacerse de sí mismo solo cuando la necesidad se vuelve muy aguda.

¿Cómo puedo saber si mi perro tiene dolor? Empieza a tener miedo

Finalmente, el miedo puede convertirse en el principal cambio notable de comportamiento.El perro asocia a determinadas personas, sonidos, lugares o circunstancias con el dolor agudo, aunque no tengan nada que ver entre sí, y empieza a temer estos estímulos. La ansiedad también puede ser más general y está asociada con una mayor sensación de amenaza. Entonces, el animal generalmente se vuelve menos seguro de sí mismo, comienza a tener miedo de los sonidos fuertes o de los extraños.

También sucede que la única señal de que algo está sucediendo es un cambio en la relación entre los perros que viven juntos. El dolor crónico puede causar irritabilidad y un aumento de la agresión en una persona que no ha estado previamente en pleno conflicto. En otros casos, una mascota enferma se convierte en objeto de provocaciones y ataques por parte de otros perros del mismo grupo.

Utilizando numerosos y variados ejemplos, es difícil formular una receta sencilla para reconocer el dolor. Quizás la única conclusión que se puede sacar es que el dolor se manifiesta de diferentes formas y puede ser difícil de detectar. Cuando notamos un cambio dramático en el comportamiento de un residente de una persona (es decir, dentro de unos días o semanas), debemos tomárnoslo en serio.