Dar una piedra

Muy poca o demasiada escritura indica que el sistema urinario no está funcionando correctamente.

La dificultad para orinar puede ser un síntoma de nefritis aguda, urolitiasis o cáncer del tracto urinario, y en los hombres también puede ser un síntoma de enfermedad de la próstata. Por el contrario, la micción frecuente y el aumento de la sed pueden indicar diabetes mellitus, insuficiencia renal o hepática crónica, piomiositis, enfermedad de Cushing o hipotiroidismo. Tomar ciertos medicamentos y comer una dieta demasiado salada causa síntomas similares. De estas enfermedades, la urolitiasis afecta, en promedio, a uno de cada cinco perros que padecen problemas urinarios.

Rara vez, a menudo con sangre
Si el animal está alarmado, habiendo adoptado una postura para orinar, se estira durante mucho tiempo y libera solo unas pocas gotas, se puede sospechar urolitiasis. Se caracteriza por polaquiuria, es decir, un impulso constante de orinar, y en ocasiones incluso en casa de dejarlo ir gota a gota. Si la membrana mucosa está dañada por un cálculo o depósitos en el tracto urinario, aparece sangre en la orina.
Estos síntomas son más fáciles de observar en los perros que en las perras porque la uretra masculina es más estrecha y el cálculo que la atraviesa a menudo la obstruye. La gente llama «nacimiento» a esta transferencia de piedras. Cuando una piedra se atasca en la bobina, el perro no puede hacer nada en absoluto (esto se llama anuria), aunque siente una presión constante y luego dolor. Si no respondemos rápidamente, provocará insuficiencia renal aguda o ruptura de la vejiga.
Si tiene problemas para orinar, debe pasar por un examen general y bacteriológico. Su perro debe dejar de tomar la medicación al menos cuatro días antes, ya que esto puede cambiar la imagen de los resultados. Sobre su base, el médico determina si hay placas o qué parte del tracto urinario está infectado. Si se trata de cálculos, se realiza una radiografía o una ecografía para confirmar el diagnóstico. A veces, cuando la piedra es muy grande, el médico puede detectarla tocando el vientre de la mascota.

Enfermedad de ancianos y adolescentes
Las piedras en el tracto urinario son causadas principalmente por enfermedades genéticas como resultado de la inflamación bacteriana del tracto urinario, desnutrición y ciertos trastornos hormonales. Las razas de perros especialmente propensas a este tipo de dolencias (Boxers, Schnauzers y Shih Tzu) son especialmente jóvenes o están en su mejor momento si su inmunidad se ve comprometida por cualquier motivo.

Piedras solubles y quirúrgicas
La orina de su perro debe ser ácida. Cuando el tracto urinario se vuelve alcalino como resultado de la desnutrición o la inflamación del tracto urinario, se produce la llamada estruvita. Dado que la estructura de estas piedras no es muy fuerte, a veces se pueden disolver prescribiendo los medicamentos adecuados y siguiendo una dieta terapéutica. Sin embargo, si la piedra es muy grande, en proporción al tamaño del perro y, por lo tanto, a sus órganos internos, debe extirparse quirúrgicamente.
Los cálculos de oxalato de calcio son relativamente raros. Son insolubles y requieren cirugía para eliminarlos. Este tipo de urolitiasis se ve con mayor frecuencia en Lhasa Apsos, Yorkshire Terriers, Caniches miniatura y, los ya mencionados, Shih Tzu y Schnauzers miniatura. Por lo general, los perros mayores la padecen y los machos tienen varias veces más probabilidades que las hembras.