El perro ladra a ciclistas, corredores, ancianos y, en ocasiones, a mujeres, adolescentes (especialmente varones), otros perros, y ladra a cualquiera que ríe o tose más fuerte, especialmente este comportamiento se puede observar durante un paseo nocturno. Los comandos no ayudan mucho (a pesar de que en otras situaciones ella reacciona a ellos), trato de enfocar su atención en mí, pero esta «táctica» no funciona.
Qué hacer ?
Parece que el problema no está en los ladridos en sí (esto es solo un síntoma), sino en las enormes emociones que el perro experimenta constantemente y no puede controlarlas. Su ansiedad aumenta por la noche, y esto no es sorprendente, en muchos perros sucede. Los simples intentos de enfocar la atención o dar órdenes no ayudarán, porque no estamos trabajando en el comportamiento en sí (ladridos), sino en las emociones que desencadenan este comportamiento (miedo a varios objetos, excitación).
¿Está el perro con correa durante estos paseos o puede correr hacia estas personas por sí solo? Mejor con correa para evitar ataques directos. Primero hay que trabajar a distancia para estar tranquilo, es decir, salir a oscuras a lugares donde no haya personas ni bicicletas. Cuando consigues ejecutar comandos silenciosos «siéntate», «pata» o varios otros comandos solo, así como caminar con calma, puedes ir a un lugar donde los objetos sean visibles, pero desde una distancia muy larga. Poco a poco, cuando el perro responde bien, se puede aumentar el nivel de dificultad. Los objetos «complejos» se pueden introducir en etapas, uno tras otro, invitando primero a un amigo ciclista a cooperar.
En lugar de alimentar al perro en casa, vale la pena sacar toda la ración a pasear y pasar allí todo el almuerzo, recompensando la paz. Sin embargo, todo requiere tiempo y paciencia.
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