¿Son seguros los juguetes que chillan?

¿Deberías darle a tu perro juguetes chirriantes? Un amigo conductista aconsejó no hacer esto, ya que el sonido que se hace cuando los dientes se presionan contra el juguete supuestamente le enseña al perro a morder sin sentido. Al igual que los cachorros muerden durante el juego, cuando uno chilla, el otro muerde demasiado. ¿Cual es tu opinion?

Los juguetes se seleccionan mejor individualmente para el perro que jugará con ellos. A la hora de elegir un juguete, tenemos en cuenta varios factores. En primer lugar, el juguete debe ser seguro, es decir, debe ser de un tamaño adecuado para que no pueda ser tragado por el perro y debe estar fabricado de tal manera que el perro no se lastime mientras juega con él (por ejemplo, no se traga las partes que caen, no se corta boca con objetos afilados o duros, etc.) …

El juguete también debe ser funcional, es decir, el perro debe estar feliz de jugar con él, ya sea un guía si el juguete está destinado a jugarse en conjunto, o solo si queremos que el perro juegue solo con él. El hecho de que un juguete sea adecuado para un perro depende principalmente de su predisposición y preferencias. Hay perros que prefieren juguetes con pelo, otros prefieren pelotas blandas y otros prefieren anillos de goma más rígidos. Hay perros que están felices de jugar con juguetes chirriantes, otros no jugarán con ese objeto.

Además, es importante qué emociones y excitación provocan que el perro juegue con tal o cual juguete. Si un juguete en particular provoca una excitación excesiva y demasiada excitación (lo que a veces sucede cuando se juega con juguetes chirriantes), entonces debemos controlar al perro con cuidado durante el juego, reduciendo hábilmente su excitación o abandonarlo por completo. Por otro lado, siempre que el perro controle sus emociones y su comportamiento durante el juego y no esté demasiado emocionado, no hay barreras para jugar.

El perro es excelente para distinguir si está jugando con el objeto en sí, con otro perro o con nosotros, y ajusta su comportamiento en función de la situación. Si un perro juega de buena gana y de forma hermosa con un juguete que chirría, no veo ninguna razón objetiva por la que debamos prohibirlo. Sin embargo, puede haber razones puramente subjetivas.

Personalmente, no compro juguetes chirriantes para mis perras, pero la única razón es que yo mismo odio los sonidos que hacen estos juguetes cuando están en la boca del perro 🙂

Evelina Wlodarczyk

Psicólogo, adiestrador de perros, conductista
Perrera
www.canid

Universidad Nicolaus Copernicus en Torun
Departamento de Etología y Psicología Comparada