¿Tienes miedo de que tu perro mayor tenga problemas en las articulaciones? ¡Los perros jóvenes también tienen tales condiciones!

El miedo a la enfermedad a menudo nos impide adoptar un perro mayor. Mientras tanto, algunas enfermedades, como la osteocondrosis y la enostosis, afectan a los animales jóvenes.

Si notamos alguna dificultad para mover a nuestro perro, no la subestime. Puede resultar que la causa de la cojera esté en un … cardo ordinario, entonces trataremos el problema nosotros mismos. Sin embargo, si tenemos menos suerte, nuestro perro puede sufrir osteocondrosis o enostosis. ¿Cómo es la osteocondrosis y la enostosis en los perros?

Osteocondrosis en un perro

La osteocondrosis en perros es una enfermedad del cartílago articular. La articulación del codo se ve afectada con más frecuencia, con menos frecuencia la articulación del hombro. Según diversas teorías, es causada por un defecto hereditario o desnutrición, por ejemplo, alimentar a los animales con alimentos de alto contenido energético y una sobredosis de vitaminas, macro y microelementos. También puede ocurrir cuando el perro tiene sobrepeso y se mueve en exceso, ejerciendo presión sobre las articulaciones.

La osteocondrosis en un perro se manifiesta principalmente por un aumento de la dificultad de movimiento. Inicialmente, los síntomas no son muy notorios, ya que el animal solo calma la extremidad y no confía en ella como los demás. Sin embargo, más tarde la cojera empeora y se vuelve especialmente notable después de un trote intenso. Sin embargo, estos síntomas se resuelven espontáneamente y el dueño suele sospechar que el perro está sufriendo el llamado «dolor». La situación se repite durante uno o dos meses, hasta que el perro deja de caminar por completo sobre la pata afectada.

De manera característica, la enfermedad afecta a animales jóvenes, con mayor frecuencia a perros de entre cinco y catorce meses, y generalmente afecta a razas grandes y de rápido crecimiento. El médico que realiza el diagnóstico debe distinguirlo de la osteítis aséptica juvenil (enostosis), la displasia del codo y la pudrición. Con enostosis, el animal experimenta un dolor severo al examinar los troncos de los huesos largos, con pudrición (muñeca y osteocondrosis) en la articulación del hombro o del codo.

El examen de rayos X revela el llamado «ratón articular», es decir, un trozo de cartílago articular desgarrado, adherido débilmente a la luz de la articulación, o signos de degeneración del cartílago. A veces, durante el examen de rayos X, no se detectan cambios y es necesario realizar una artroscopia o incluso una apertura quirúrgica y diagnóstica de la articulación.

Los cambios son menores y detectables temprano

En los casos en que los cambios en la articulación sean pequeños y se diagnostiquen precozmente, y el perro sea muy joven (6-7 meses), se puede aplicar un tratamiento conservador y de apoyo. Incluye el uso de nutracéuticos, limitar y dosificar el ejercicio durante varios meses, controlar estrictamente el peso del perro, seguir una dieta especial y tomar AINE y analgésicos.

En casos más avanzados, es necesaria una cirugía para extirpar la «articulación del ratón» y las partes dañadas del cartílago. La recuperación después del procedimiento demora aproximadamente un mes. En este momento, se deben seguir las mismas reglas que con el tratamiento conservador.

Aflicción masculina

La osteítis eosinofílica es otra enfermedad común en perros jóvenes de razas grandes y de rápido crecimiento. Debido a que esta afección ocurre con mayor frecuencia entre los 4 y los 12 meses de edad, a veces se la denomina osteomielitis juvenil. Los machos la padecen mucho más a menudo que las hembras. La causa de la enfermedad no está clara, se supone que es causada por trastornos metabólicos y hormonales, así como por factores infecciosos y alérgicos.

Los síntomas de la enfermedad aparecen de repente. Durante la noche, el animal prácticamente deja de caminar. El movimiento le causa un dolor severo y exhibe una cojera severa cada vez que intenta moverse.Los propietarios a menudo sospechan una lesión mecánica, especialmente porque la cojera severa a menudo afecta solo una extremidad.

La cojera se acompaña de otros síntomas de la enfermedad: el perro pierde el apetito, es apático, tiene fiebre baja y, a veces, temperatura baja. Un animal enfermo experimenta dolor al examinar sus huesos largos. La cojera y el dolor severo asociado con ella desaparecen por sí solos, pero muy lentamente. El perro parece estar sano, pero después de un tiempo los síntomas reaparecen, aunque pueden tocar una extremidad completamente diferente.

Mucha paz, poco esfuerzo

Es posible confirmar o excluir la enostosis solo con un examen de rayos X. En caso de duda, se debe tomar una segunda radiografía después de aproximadamente tres semanas. La enfermedad puede tener múltiples recaídas (incluso cada 2-3 semanas), por lo que la cooperación entre el veterinario y el propietario es importante. Después de 3-4 días de tratamiento, los síntomas de la enfermedad desaparecen.

La enfermedad se trata con analgésicos, antiinflamatorios y medidas de apoyo. Un animal enfermo debe recibir el máximo descanso, evitando caminatas extenuantes y ejercicio. Afortunadamente, la enostosis desaparece por completo cuando se completa el crecimiento fisiológico del perro (alrededor de un año y medio) y no deja rastro de él.

Razas propensas a enfermedades de los huesos o articulaciones

¿Qué razas son susceptibles a estas enfermedades?

osteocondrosis:

  • rottweilers
  • pastor
  • San Bernardo
  • perro
  • oro
  • labradores
  • Terranova

enostosis:

  • rottweilers
  • pastores alemanes
  • Perros Pastor Caucásico
  • mastines
  • perros lobo