Trampas de año nuevo: ¿que recordar?

En teoría, la víspera de Año Nuevo es una noche. Sin embargo, la confusión y los escollos que puede conllevar duran mucho más. Entonces, ¿qué no debemos olvidar?

¿Qué trampas de Año Nuevo nos estarán esperando a nosotros y a nuestros perros en un momento?

1. Perros perdidos

Año tras año, los primeros días de enero se llenan de anuncios de perros que huyeron en la víspera de Año Nuevo y desaparecieron. Chipear es una buena forma, pero el lector no siempre puede encontrar el número codificado y el número no siempre se registra en la base de datos. Es por eso que la tarjeta de identificación es esencial.

También se recomienda llevar una correa de repuesto durante la caminata. Es más probable que los perros callejeros se acerquen a las personas con perros, y no se necesita mucho esfuerzo para atar a un perro así e informarlo a los servicios apropiados. Incluso si no puede guardar el hallazgo en casa, su reacción puede acelerar la recuperación de la casa de la que escapó el perro. También te ahorrarás mucho estrés: atraer, perseguir o tender una trampa inteligente no es lo más agradable para un vagabundo que de repente se encuentra en la jungla urbana sin su amo.

2. Trampas peligrosas

Algunas personas recuerdan todo el año en Nochevieja. Qué esconder, pueden pasar muchas cosas durante la locura de Año Nuevo. Probablemente esta sea la razón por la que la mañana de enero nos recibe con botellas rotas, colillas de cigarrillos esparcidas y restos de comida, a veces parcialmente grabados. Por lo tanto, en estos primeros días, vigile de cerca a su perro por su propio bien. Sería una tontería empezar el nuevo año con una visita al veterinario.

3. Brotes incontrolados

Ley por ley, juega con placer. Todos los dueños de perros saben muy bien que las primeras galletas se escuchan unos días antes de Nochebuena y las últimas se silencian en enero. Los flequillos en sí mismos y su olor podrían no ser tan aterradores (para nosotros y para el perro), si no fuera por su imprevisibilidad. La cola larga es la mejor solución esta vez. El perro es libre de explorar la zona, pero estamos seguros de que está bajo control.

4. Olores fuertes.

No solo los sonidos y los destellos de Año Nuevo pueden ser desagradables para un perro. No olvidemos que el perro ve el mundo con la nariz. El olor a alcohol y explosivos al quemarse también puede causar malestar y estrés. Si nuestro perro tiene miedo, vale la pena protegerlo de este tipo de experiencias.

5. Situaciones imprevistas.

El Año Nuevo también es un momento para visitar a amigos, familiares y todo tipo de invitados. Por lo tanto, debe tener cuidado al caminar, incluso en nuestra ruta habitual. Gritos, sonidos de cuernos, sonidos de botellas arrojadas, chasquidos de baúles, cantos matutinos o continuas explosiones de petardos: esto es algo teóricamente obvio para los humanos.

Sin embargo, varias situaciones superpuestas pueden desequilibrar no solo a nosotros, sino también a nuestra mascota. Cuando agrega el perro que camina y el fugitivo, así como un automóvil conducido por un conductor somnoliento, los problemas están listos. Y como saben, es mejor no permitirlo.