La cadena de enfermedades

La cadena es un tormento para el cuerpo y la psique del perro: los desafortunados tetrápodos que se le atribuyen sufren diversas enfermedades graves y dolorosas.

Cuello en heridas
Las heridas del cuello son las más comunes y fáciles de ver. Son causadas por un collar que está demasiado apretado o demasiado apretado y, a veces, un bucle de alambre o cuerda. Primero, se frota el cabello, luego aparece enrojecimiento. Debido a la constante irritación mecánica de esta zona, se produce una dermatitis aguda con complicaciones bacterianas secundarias. El flemón se desarrolla con tendencia a infiltrarse en los tejidos adyacentes.

Patas lesionadas
Un perro atrapado en concreto junto a una perrera puede desarrollar alergias de contacto severas (también afectadas por el revestimiento artificial de la perrera) y dañar sus uñas. Además, el hormigón y los adoquines pueden provocar una abrasión excesiva de la epidermis de las yemas de los dedos, lo que puede provocar cortes y heridas. La superficie dura contribuye a la formación mucho más rápida de callosidades en los codos, que se inflaman mucho debido a infecciones bacterianas secundarias y a la irritación mecánica constante. Bursitis cubital inflamada.

Aburrimiento insoportable
La presencia constante en la cadena conduce a trastornos del comportamiento como dermatosis persistente y lamidos (autolesiones que provocan lesiones).

Problemas para tragar
La presión constante causa problemas con la garganta y la laringe. Dificultad para tragar alimentos y problemas con la voz; a veces incluso se queda en silencio.

Sin aliento
Los perros atados pueden sufrir subluxación cervical. Esto se manifiesta inclinando la cabeza o torciendo el cuello. En el caso de lesiones más graves, el animal no puede mantenerse en pie y tiene serios problemas respiratorios.

Articulaciones dolorosas
La tensión constante en músculos, tendones y articulaciones conduce a dislocaciones y profundización de la displasia, osteocondrosis y cualquier cambio degenerativo en las articulaciones.

Matando al sol
Si un perro está atado a una perrera bajo la luz solar directa, corre el riesgo de insolación. Los signos de esto incluyen espuma en la cara, lengua protuberante, temblores musculares, nistagmo, dificultad para respirar y agitación o apatía excesivas. En casos severos, pierde el conocimiento y respira con gran dificultad. Y este es también a veces el triste final de la protección de la cadena …